La literatura del siglo XVIII

· La poesía neoclásica tiende a unos versos pulcros y de carácter didáctico, alejados de cualquier exceso intimista. Asociadas a estas características aparecen las fábulas que son composiciones breves literarias en las que los personajes casi siempre son animales, plantas u otros objetos que presentan características humanas como el habla, el movimiento, etc. Estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo. Las características de las fabulas son:

 

–          Ofrecen un contenido didáctico o moralizante.

–          Tienen una moraleja o enseñanza de carácter instructivo.

–          Son obras breves y con pocos personajes.

–          Presentan un gran colorido e inventiva.

–          En algunas de sus exposiciones es maliciosa, irónica, reflexiva y graciosa.

 

Los autores más representativos de este género poético son:

 

–          Félix Maria de Samaniego: Escribió las Fábulas morales, 257 fábulas distribuidas en nueve libros. En estas fábulas Samaniego ridiculiza los defectos humanos. Aunque están escritas en verso tienen carácter prosaico, dado los asuntos que trata y que su finalidad es didáctica. Su obra esta llena de críticas veladas pero implacables contra personajes relevantes, hábitos sociales y actitudes políticas de dudosa integridad.

 

–          Tomás de Iriarte: Escribe unas Fábulas literarias en las que alude a diversas normas de preceptiva literaria, con un propósito pedagógico. Sus versos son menos brillantes que los de Samaniego, pero este presenta una mayor variedad métrica.

 

 

Dentro de la poesía neoclásica destaca Juan Meléndez Valdés. Su obra, en la que se atisban tonos prerrománticos, abarca versos de orientación bucólica y poemas de carácter moral y filosófico:

–          Versos bucólicos: presentan una naturaleza idealizada, presentan un tono amable y están resueltos con delicado lirismo y elegancia. Los temas principales son amorosos y sensuales ( odas a Lisi)

–           Poesías de tema moral y filosófico: Están cargados de solemnidad, retoricismo y tópicos de la época. En ellas el autor muestra las preocupaciones características de su época (La beneficiencia).

 

 

 

 

· El teatro neoclásico. El autor más representativo de la escuela neoclásica española es Leandro Fernández de Moratín. Sus máximas son la escuela de buenas costumbres y el realismo. De ahí nace su apego a las reglas del teatro, especialmente a la regla de las tres unidades: acción, lugar y tiempo. Este autor solo escribió comedias. La mejor comedia de este autor es El si de las niñas. El sí de las niñas es una comedia que trata sobre Doña Paquita, una joven de 16 años obligada por su madre doña Irene a casarse con Don Diego, un sensible y rico caballero de 59 años. Sin embargo este ignora que Doña Paquita está enamorada de un tal ‘Don Félix’, quien en realidad se llama Don Carlos, y es sobrino de Don Diego. Con este triángulo amoroso como argumento se desarrolla la obra, cuyo tema principal es la opresión de las muchachas forzadas a obedecer a su madre y entrar en un matrimonio desigual y en este caso con una gran diferencia de edad entre los contrayentes.  El hilo que conduce la trama real es la contradicción entre la teoría y la práctica.

 

 

· Pensamiento y ensaño. El ensayo es un género literario dentro del más general de la didáctica, consiste en la interpretación de un tema (humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, etc) sin que sea necesario usar un aparato documental, de manera libre y asistemática y con voluntad de estilo. Los autores más importantes de este género son:

 

–          José Cadalso. De manera póstuma fueron publicados sus dos textos más conocidos: Noches lúgubres, aparecidas en El Correo de Madrid entre 1789 y 1790, y las Cartas marruecas, que vieron la luz por vez primera, en entregas y en el mismo diario, a lo largo del año 1789.

                 · Noches lúgubres: Las «Noches» son tres, en forma aparente de diálogo, aunque predominan los parlamentos o soliloquios del protagonista, Tediato. Todas empiezan con un monólogo de Tediato y terminan con reflexiones del mismo protagonista en respuesta a Lorenzo.

                · Cartas marruecas: pertenecen al llamado género epistolar, que agrupa a obras que se presentan en forma de correspondencia entre dos o más personajes literarios. La obra se nos presenta como un conjunto de noventa cartas. El género adoptado no es original ni ha sido tampoco elegido arbitrariamente; permite la posibilidad de ofrecer distintos y cruzados puntos de vista. Los corresponsales que intervienen son tres y actúan como remitentes y destinatarios. Dos son árabes, concretamente marroquíes; el tercero, español y cristiano.

 

– Benito Jerónimo Feijoo. Feijoo es considerado el primer ensayista de la literatura española y uno de los más famosos miembros de la que es considerada la Primera Ilustración Española. Sus pensamientos y sus ideas se hallan principalmente en los diversos tomos de su Teatro crítico universal y de sus Cartas eruditas y curiosas. A estas obras hay que agregar también un tomo extra de Adiciones que fue publicado en 1783 y su copiosa correspondencia privada, que continúa inédita hasta el día de hoy.

 

– Gaspar Melchor de Jovellanos. Fue un escritor, jurista y político ilustrado español. Jovellanos cultivó varios géneros literarios (como poesía y teatro) pero sus escritos principales fueron ensayos de economía, política, agricultura, filosofía, costumbres; desde el espíritu reformador del Despotismo ilustrado. Entre ellas destacan el Informe sobre la ley agraria.

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